En la firma del convenio estuvieron. En primera fila de izquierda a derecha: Marisol Casado (ANAPEH), Javier Solano (FME), Yolanda Barcina, Juan Ramón Corpas, Ana Beriáin y Luis Arraiza. En segunda fila: Carlos Albillo (comerciantes Casco Antiguo), Patxi Goñi (corredor), Iñaki González (corredor), Miguel Ángel Eguíluz (corredor y FME), Miguel Reta (pastor del encierro) y Eduardo Vall (PSN).
Ayer se firmó el convenio del futuro Centro Temático de los Sanfermines y del Encierro. Se trata de una declaración de intenciones, porque, por el momento, ni hay ideas, ni hay contenidos ni nada que se le parezca. Lo único que hay, que no es poco, son 24 millones de euros que sufragarán entre Gobierno de Navarra (80%) y el consistorio pamplonés (20%). También hay ubicación: el solar que quede cuando se derribe el parque de bomberos de la calle Aralar, en la trasera de la plaza de toros. El problema del centro temático es que se va a construir sin saber qué va a ir dentro. Puede ser un edificio precioso y una idea genial, pero nadie nos ha contado cómo se gestionará, qué ofertará al visitante y cómo pretende sobrevivir en el futuro. En fin, que la firma del convenio es un paso más en el camino, pero parece que las autoridades han comenzado a caminar sobre el tejado del inmueble y parece que no hay muchos cimientos que lo sustenten. Por cierto, el convenio se firmó en la plaza de toros, propiedad de la Casa de Misericordia, que por el momento no participa en la iniciativa y fueron relevantes las ausencias de los responsables de la Feria del Toro en el acto. Recordemos que es la Meca quien compra y paga los toros del encierro. Ahora, los arquitectos que diseñaron aquel edificio en forma de flor de la Rochapea y ganaron el concurso de 2004, tendrán que readaptar su idea al nuevo proyecto. Esperemos que semejante inversión (casi 4.000 millones de las antiguas pesetas) sirva para eliminar también los antiestéticos y sucios contenedores de basura que saludan a los visitantes a lo largo de la calle Estafeta o para señalizar de forma más notable el recorrido del encierro. Por mucho que nos empeñemos, el museo jamás sustituirá a la realidad.