Para abrir boca no tenemos que irnos muy lejos. El encierro del 9 de julio de 2002, con toros de Santiago Domecq, fue el más largo en Pamplona desde 1959. Uno de los toros, Portentoso, se quedó en la calle Estafeta y retrocedió sobre sus pasos. Entró a los corrales de la plaza después de 11 minutos y 59 segundos deambulando por las calles del Casco Antiguo. Un joven ecuatoriano, Jorge Rolando Villao Minda, vecino de Pamplona de 21 años, sufrió una de las cornadas más graves. "Mi madre presentía que algo malo me iba a pasar", señaló desde la cama de su habitación en el hospital Virgen del Camino. Sufrió una cornada en el glúteo de doble trayectoria de 10 y 20 centímetros. Hubo otros cuatro corredores empitonados y decenas de momentos de pánico. Podéis ver la portada de Diario de Navarra del día siguiente, el 10 de julio de 2002. Las fotos de portada son de José Antonio Goñi. En ellas se puede ver al joven ecuatoriano en el momento en el que es zarandeado y corneado por el toro de Santiago Domecq. También podemos ver el vídeo de TVE, con los comentarios de Javier Solano en el momento de la repetición de la carrera.
