miércoles, 17 de junio de 2015

Las cuatro caras de Caravinagre en los carteles de San Fermín y la presencia de la comparsa

Los cuatro 'Caravinagres' en los carteles de San Fermín: 1947, 1997, 2012 y 2015. 

La elección del cartel del pamplonés Javier Erice Larumbe para anunciar los Sanfermines de 2015 no fue ninguna sorpresa. El hecho de que la figura de Caravinagre fuera la protagonista de su obra le añadía un plus de emotividad para muchos pamploneses, que sienten especial predilección por la comparsa y por este kiliki en particular.

De hecho, Caravinagre será protagonista exclusivo del cartel anunciador de los Sanfermines por cuarta vez desde 1947, cuando José Luis y Juan Mª Cía escogieron también al mítico kiliki junto a un niño que trataba de zafarse de sus vergazos. Hay que recordar que Caravinagre 'nació' en 1941, fecha en la que fue creado en los talleres Portacoeli de Valencia. Esto refleja la rápida importancia que la figura cobró en el imaginario pamplonés, pues sólo 6 años después de incorporarse a la comparsa ya era el protagonista de los Sanfermines al aparecer en el cartel. 

Desde nuestros días no hay que irse muy lejos en el tiempo para volver a encontrar a Caravinagre en la cartelería Sanferminera, ya que en el año 2012 el diseñador tudelano David Alegría también consiguó ganar el concurso popular de carteles de San Fermín con el kiliki apelando a los visitantes y pamploneses a acudir a las fiestas pamplonesas. Este cartel significó un éxito de ventas de carteles sin precedentes, con el fin de las existencias de todas las copias que se habían preparado.

En los años 90 el rostro del kiliki fue reflejado por Joseba y Mitxelo Gurrutxaga con un primer plano impactante que escogió el jurado para anunciar los Sanfermines de 1997. Fue otro cartel de éxito y de gran recuerdo entre los pamploneses. 

La comparsa de gigantes ha sido elemento recurrente por los artistas para los carteles de San Fermín, aunque han sido los kilikis los principales protagonistas, principalmente. Sorprende que los gigante juntos y bailando no aparezcan entre los símbolos escogidos para anunciar las fiestas desde el año 1929, si bien justo en la edición de 2015 un evocador momento de los 8 gigantes bailando desde un plano cenital estaba entre los carteles que podían ser escogidos para anunciar las fiestas.

La comparsa, protagonista en la historia de los carteles de San Fermín. 

La primera vez que un kiliki apareció en los carteles de San Fermín fue en 1920 con el 'Barbas' como protagonista. La obra era del afamado pintor navarro Javier Ciga. El pintor Jesús Basiano reflejó a los gigantes bailando ante la fachada del ayuntamiento en el cartel de 1929. En 1931 la figura escogida para el cartel fue un zaldiko, mientras que en el año 1932 Leocadio Muro volvió a seleccionar al Rey Europeo como principal protagonista del cartel. En 1935 José Luis Elvira utilizó al kiliki Patata para el cartel de ese año, mientras que en 1941, Pedro Lozano de Sotés pintó a un elegante cabezudo 'Alcalde' como protagonista. Balda y Millor pintaron de nuevo al kiliki 'Patata' en el cartel de 1951 y, desde ese momento y hasta 1983, la comparsa no volvió a ser protagonista. En ese caso fue una obra de Jaume Bach la que recuperó la presencia de 4 gigantes y otras figuras de la comparsa entre mozos pamplonicas en plenas fiestas.

1 comentario:

  1. ¡QUE VIVAN LOS SANFERMINES!

    “. . . suenen parches y clarines.”

    Feria que honra a San Fermín,
    glorificado, . . . sin fin,
    patrono fiel de Navarra,
    mártir de la fe bizarra.

    Pamplona, se cuece aparte,
    sede del taurino arte,
    Pompeyo, su fundador,
    por designio del Creador.

    Fiesta, júbilo, alegría,
    seis de julio, mediodía,
    la Casa Consistorial,
    sobria, de rancio historial.

    Contengamos el aliento,
    balcón del Ayuntamiento,
    voz, envuelta de promesas:
    “Pamploneses, pamplonesas”.

    (grito), ¡Viva San Fermín!,
    (grito), ¡gora San Fermín!,
    estruendo del chupinazo
    que preludia un agasajo.

    El “Riau-Riau”, siempre se extraña,
    costumbre que nos hermana,
    portando rojo pañuelo,
    la gente cumple su anhelo.

    Respetuosa procesión,
    San Fermín, una oración,
    religiosidad, fervor,
    la paz, candoroso amor.

    Con danzas tradicionales,
    los trajes originales,
    gigantes y cabezudos,
    muchos de ellos “sombrerudos”.

    Lindo recital de jotas,
    escuchen que bellas notas,
    las mulillas, caballeros,
    que desfilan muy sinceros.

    Suenan Bandas Musicales,
    sus tonadas celestiales,
    sublime Teatro de Calle,
    toro de fuego, . . . no falle.

    Las luces artificiales,
    centellas, truenos cordiales;
    ¡las ocho de la mañana!,
    el corazón es campana.

    Cánticos de los ancestros,
    suelten toros, los cabestros,
    “encierros” de largo trecho,
    que no haya humano maltrecho.

    Sorteando cuernos y retos,
    más de ochocientos metros,
    muchos pies trotan de prisa,
    sudor, en la frente . . . brisa.

    San Fermín, destreza, suerte,
    si no, las heridas, muerte,
    peñas van comprometidas,
    entusiastas, encendidas.

    Marejada, corredores,
    a la Plaza entran Señores,
    ¡que vivan los Sanfermines!,
    arenas que son jardines.

    España, la madre patria,
    su cultura, su prosapia,
    leyenda, verbena, magia,
    ¡que venga la tauromaquia!

    Las velas, pañuelos, manto,
    albricia se vuelve llanto,
    “Pobre de mí”, entristecida,
    la canción de despedidas

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    México, D. F., a 06 de julio del 2015
    Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

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